Aldeire se localiza en la orilla derecha de la confluencia de los ríos Benéjar y Benabre, a 1.278 ms de altitud. Sobre la cima de su monte se sitúa el Castillo de La Caba que es sin duda la más espectacular de las fortificaciones del Zenete y una de las que mejor conserva sus estructuras. Desde ella se domina perfectamente el pueblo y el río que da agua a su vega y a la de la Calahorra y, no menos importante, se controla el acceso al puerto de la Ragua que a través de la Sierra lleva a las Alpujarras.
Cuenta Manuel Espinar Moreno, catedrático de Historia Medieval y uno de los mayores conocedores de Aldeire, que esta localidad contó con un castillo que participó en las guerras civiles acaecidas en los siglos VIII y IX, a la llegada de Abd al-Rahman l. También que el baluarte fue remodelado en el siglo XI. El Castillo de Aldeire se posicionó como una fortaleza puntera en las luchas de los ziríes contra el reino de Almería.
La cima en la que se encuentra el Castillo es una una plataforma ligeramente inclinada de Este a Oeste, con unas dimensiones totales aproximadas de 115 por 30 m en el centro. Su forma es pues, muy alargada. La zona Norte es la menos escarpada del cerro, donde se concentra el mayor número de defensas con un paño de muralla más o menos regular jalonado por nueve torres y, delante de este, restos de un muro de mampostería, seguramente una barbacana o antemural, situada paralela a 2 m de las torres. En la zona Sur, la roca aflora formando riscos de difícil acceso por lo que la muralla se amolda a la orografía de forma irregular, no habiendo necesidad más que de una torre en la parte Este. En el extremo Oeste pueden reconocerse, bastante deteriorados y bajo una moderna escultura del Sagrado Corazón, restos de una estructura cuadrangular, posiblemente una gran torre que cerraría el conjunto. En el lado opuesto, el Este, un gran bastión semicircular sirve de bisagra entre la muralla Norte y la Sur.